Proyecto Pastoral

Plan Pastoral Marco


Elementos Fundamentales

El objetivo primordial del Plan de Evangelización Marco es que los Colegios Diocesanos dispongan de un referente claro en su identidad y en su misión evangelizadora. Se trata de reconocerse con un mismo objetivo, en un mismo itinerario y con un mismo estilo.

No queremos seguir adelante sin señalar la gran oportunidad evangelizadora que supone en nuestra realidad diocesana la presencia eclesial de Escuela y Parroquia como unidad de misión. Por tanto, esta es nuestra peculiaridad, lo que configura nuestro estilo educativo y pastoral, nuestra propuesta.

En consecuencia, afirmamos que, desde los Colegios Diocesanos, nos sentimos llamados, elegidos y enviados por la Iglesia, a proclamar la Buena Noticia del Amor de Dios a los niños, jóvenes y adultos, desde la unidad ministerial de Parroquia/Colegio. Convencidos de esta verdad, queremos ofrecer a la Comunidad Educativa la posibilidad de ser seducidos por este anuncio salvador y generador de nueva vida, de vida en plenitud, de vida verdadera.

Para ello concretamos el trabajo con tres objetivos específicos:

  • Favorecer que el Colegio sea un lugar de encuentro con Jesucristo.
  • Presentar a Jesús, que vive, que me ama y me salva.
  • Ofrecer y acompañar itinerarios que lleven a los miembros de la Comunidad educativa a vivir la fe en la Comunidad eclesial.

Desde esta amplia visión, realizamos acciones que favorecen el encuentro con Jesús Resucitado para que los alumnos, los profesores, el PAS y las familias de los Colegios Diocesanos tengan experiencia de verdadero encuentro con el Señor y se sientan amados por Él.

El encuentro con la Palabra permite a nuestros alumnos acercarse a la realidad transcendente de Dios, potenciando el autoconocimiento, necesario para el desarrollo evolutivo del alumno y favoreciendo el acercamiento a los demás.

La búsqueda de la Verdad desde nuestra Identidad Católica, permite que el alumno crezca en los dones del Espíritu Santo y vaya confirmando y vivenciando su fe, comprendiendo los acontecimientos cotidianos a la luz de quien es la Verdad. Desde esta vivencia, sentirse seducidos por todo lo que es Bondad, Verdad y Belleza. PROYECTO DE EVANGELIZACIÓN MARCO 15

El servicio a los demás es la misión que nace de la vivencia del Evangelio. La riqueza que recibimos cuando nos alimentamos de la Palabra de Dios no puede quedar en nosotros, tiene que transcender a los demás, por eso el Aprendizaje desde el Servicio es un elemento primordial que permite a nuestros alumnos ejemplificar en el mundo de hoy las virtudes cristianas y la profundidad del Evangelio.

Dios ha querido revelarse a los hombres. Hemos sido creados por el amor divino y “mediante acciones y palabras” comprendemos el designio que Dios tiene preparado para nuestras vidas. El Colegio Diocesano favorece que el alumno se encuentre con Jesucristo, vivo y resucitado mediante la Celebración de los Sacramentos, la vivencia de los tiempos litúrgicos, la lectura de la Palabra y la oración, y el testimonio de vida de quienes le rodean. 

Estos encuentros se realizan en los Colegios Diocesanos de forma gradual, adaptándose a la etapa educativa de cada alumno, a su madurez emocional y capacidades cognitivas. Esta “pedagogía divina” (CIC 53) busca que los alumnos den respuesta al encuentro con Jesucristo, lo conozcan y experimenten sentirse amados con una profundidad mayor que la que por ellos mismos podrían sentir. 

El encuentro con Dios y su transcendencia. Esta Verdad permite al alumno crecer en el conocimiento personal, la Verdad de Dios que rige todo el orden de la creación (CIC 216) trabajada mediante la Sagrada Escritura, el Magisterio de la Iglesia y la celebración activa de los sacramentos son el campo de cultivo donde germina en los alumnos la semilla de la fe. 

Con esto, el alumno tendrá las aptitudes necesarias para llevar al corazón del mundo y la sociedad su vivencia de la fe de una forma responsable y madura, entregándose en el servicio a la comunidad y sintiéndose llamado a servir desde la óptica del Evangelio. 

La Palabra de Dios ha sido revelada al hombre mediante la Sagrada Escritura. Favorecer el encuentro con ella permite que los alumnos la utilicen como medio para descubrir qué les pide hoy el Señor y a qué están llamados. La Palabra de Dios nos enseña y descubre las virtudes de Jesucristo y muestra su doble naturaleza, aquella divina que se revela por medio de la Palabra y el rostro humano de Dios en su totalidad, que vemos en las acciones de su primogénito. En estas, los alumnos ven ejemplos y enseñanzas de cómo obra el cristiano y cuál es su misión con la Iglesia. 

El encuentro con la Palabra, su conocimiento y vivencia personal, permite que el alumno entre en oración y hace más intensas las prácticas de piedad cristianas, pues Por medio de su Palabra, Dios habla al hombre (CIC 2700). La exposición permanente a la Palabra y su ubicación en el aula propician favorablemente que el alumno acuda a ella ante una necesidad de saciar la sed interior. De este modo, estamos haciendo que el alumno descubra por él mismo la riqueza que contiene la Sagrada Escritura y cómo esta es actualizada y renovada cada día y en cada jornada. Es por ello que una celebración de la Entrega de la Palabra dota y pone en marcha esta búsqueda del yo interior y autoconocimiento que tanto necesitan nuestros alumnos. La Sagrada Escritura es la llave que abre la puerta al Misterio de la Fe y por consiguiente, al conocimiento interior y profundo de las fortalezas y debilidades con las que hemos sido creados. 

• Habilitar un espacio dentro del aula, visible y accesible en el que esté presente la Palabra de Dios. Vemos apropiado en Ed. Infantil y Ed. Primaria (Rincón de la Palabra).

• Hacer la entrega de la Sagrada Escritura en Primaria.

• Utilizar de forma habitual la Palabra de Dios.

• Trabajar en algún momento a lo largo de la semana la comprensión del Evangelio del Domingo.

• Preparar en los tiempos litúrgicos fuertes una celebración en torno a la Palabra de Dios para todos los miembros de la Comunidad Educativa.

El hábito de oración en sus diferentes expresiones facilita en nuestros alumnos el contacto con lo transcendente y les acerca al misterio encarnado que se revela en Cristo Jesús. Esta necesidad se ve saciada por la oración y tiene su etiología en una exigencia divina, Dios busca adoradores en espíritu y en verdad (CIC 2703). La práctica diaria de la oración es el pan con el que saciamos nuestra alma.

Por ello, desde los Colegios Diocesanos realizamos diferentes expresiones de oración con los alumnos y la comunidad educativa en función de su edad y desarrollo evolutivo. Para ello se sigue la tradición cristiana, buscando el recogimiento del corazón para sentirse amados y, al igual que Santa teresa de Jesús, nuestros alumnos vivencien la oración como hablar con quien sabemos nos ama.

La oración vocal permite que nuestros alumnos expresen y traduzcan exteriormente sus sentimientos, respondiendo así a la exigencia propia de nuestra naturaleza humana (CIC 2702). El silencio, el control postural, la respiración y otros elementos externos posibilitan a nuestros alumnos orar en plenitud, sintiéndose escuchados y tomando conciencia de comprender a quién estamos dirigiendo nuestra oración.

Conocer el amor que Jesucristo siente por nosotros mediante la meditación hace que el alumno comprenda el porqué y el cómo de la vida cristiana, le permite pensar, imaginar, emocionarse y desear aún más el encuentro con Jesucristo, y le confirma en la fe suscitándole una conversión del corazón (CIC 2708).

Cuando el alumno es capaz de acoger el amor con el que es amado por el Señor y responde a él, está experimentando la humildad y se está abriendo a la voluntad de Dios, cumpliendo así con la finalidad de la oración contemplativa. Esta sencilla expresión manifiesta el misterio de la oración y nos hace mirar con los ojos de la fe la historia que Dios va haciendo con cada uno de nosotros y su alianza de amor.

• Experiencias de silencio según la espiritualidad cristiana, en las distintas etapas educativas.

• Oración de la mañana en las distintas etapas educativas acabando con la propuesta de oración común para los alumnos de los Colegios Diocesanos.

• Propiciar momentos donde se recen las oraciones del cristiano (Padre nuestro, Ave María, Gloria).

• Empezar los claustros y reuniones con profesores y familias con una oración.

  1. Desarrollar experiencias de oración en la capilla/sala/parroquia como pueden ser: o Oratorio de los niños pequeños.
  2. Oraciones de Taizé.
  3. Catequesis del buen Pastor.
  4. Otras realidades propias que se propicien en el centro.
  5.  Fomentar y acompañar la oración personal.
  6. Ofrecimiento de momentos de adoración del Santísimo para todos los miembros de la comunidad educativa (profesores, alumnos, padres).
  7. Promover que la Capilla/oratorio/espacio de oración, sea un lugar frecuentado por la comunidad educativa.
  8.  Presencia de los signos cristianos (cruz, imagen de la Virgen…) en las aulas con la pedagogía adecuada.

En todo lo precedente, y también en lo que a continuación se plantea, se debe favorecer que las personas a las que se dirige este Plan, y su concreción programada de cada centro, puedan ir elaborando o reconociendo su propio relato vital, su trayectoria existencial. De esta forma, podrán descubrir la presencia de Dios en sus vidas, en un pueblo que los acompaña y en la misma Comunidad eclesial hacia las que se les encamina.

Creemos necesario subrayar aspectos que deberán estar presentes en las propuestas pastorales y permitan la experiencia, la vivencia del encuentro con Aquel que está vivo y da un sentido nuevo a nuestra existencia.

En primer lugar, reconocemos el carácter procesual de nuestra propuesta evangelizadora. Todas las acciones, las celebraciones, los contenidos deben formar parte de itinerarios que vayan progresando hacia la aparición del “hombre nuevo” en Cristo en aquellos que recorran sus diferentes etapas.

A continuación, buscamos que, en esta experiencia, a la vez personal y grupal, se posibilite el encuentro con Jesucristo que está vivo y presente. Dado que no solo vino, sino que sigue viniendo para encontrarse con cada hombre, para los que se dejen alcanzar por Él.

Mostrando siempre a un Dios que es Amor. Dice el Papa Francisco: “Ante todo quiero decirle a cada uno la primera verdad: ‘Dios te ama’. Si ya lo escuchaste no importa, te lo quiero recordar: Dios te ama. Nunca lo dudes más allá de lo que te suceda en la vida. En cualquier circunstancia, eres infinitamente amado.”

Mostrando siempre el Don de la vida. La recibimos, no hemos elegido nacer, tampoco morir. La Vida nos es entregada y la entregamos, pues hay más dicha en dar que en recibir.

Fundamental en nuestro hacer como evangelizadores es mostrar siempre la bendición sobre las personas. Todo ser PROYECTO DE EVANGELIZACIÓN MARCO 20

humano es digno de Bendición y digno de Esperanza. Hablar bien del niño, del adolescente, del joven, del maestro, del padre, del compañero, etc. Porque Dios habla bien de cada uno de nosotros.

Otro aspecto en nuestro servicio a la evangelización en la escuela es el poder Acompañar la trayectoria vital de cada alumno (cf. PAT), de quien lo solicite o a quien se le proponga. No vamos solos en la Iglesia y todos necesitamos que se nos indique el camino de seguimiento del Señor. Tomados de la mano, dando espacio para ejercer la propia libertad en la respuesta y cercanos para sortear las sendas sinuosas; somos en la escuela compañeros de viaje, cayado que sostiene, palabra que consuela y exhorta para que la persona sepa responder a la llamada de vida en verdad que propone el Maestro.

Lo que proponemos a la Comunidad Educativa es de calado, nada superficial, pues la vida no es fácil. Huimos de lo banal buscando que en nuestra propuesta aparezca la profundidad de las cosas, de las personas y de los acontecimientos.

Por último, pero no por terminar, pues entrarían más aspectos a tener en cuenta, señalamos la dimensión contemplativa y de admiración ante el Misterio de Dios y de la vida. El silencio y la interioridad dejan espacio para que el Espíritu Santo acompañe y supere nuestro hacer misionero en la escuela y forman parte del estilo de la Buena Nueva del Evangelio.

El desarrollo del Encuentro y Vivencia impregna todos los aspectos de la acción educativa, la programación de aula, el Plan de Acción Tutorial, la misión de los departamentos de Orientación y de los departamentos didácticos, etc. Desde cada uno de estos agentes se debe programar y realizar acciones que desarrollen en todos los miembros de la Comunidad Educativa y especialmente en los alumnos el agradecimiento, la gratuidad, la acogida y el encuentro, el sentido de admiración y contemplación de la belleza, la profundidad de las cosas, acontecimientos y personas, la fe, el amor como don, acogida y reciprocidad; de este modo todo lo que se hace en el colegio es evangelización pues todo conduce a la experiencia de encuentro con Cristo vivo acompañándonos en lo cotidiano.

La celebración de los sacramentos y su vivencia dentro de la comunidad educativa nos permite discernir e interiorizar las acciones y actitudes propias del cristiano. Esto favorece que el alumno se inicie en la tradición litúrgica de la Iglesia y comprenda los signos y ritos de santificación, así como el deseo de Dios de comunicarse con el hombre mediante la creación visible (CIC 1147).

Los sacramentos de la iniciación cristiana permiten a nuestros alumnos comprender el sentido de la fe y ahondar en el conocimiento profundo de Jesucristo. Para llegar a ser cristiano, es necesario seguir un camino y una iniciación cristiana que consta de varias y diversas etapas (CIC 1229). En función de las realidades de los tiempos, la Iglesia ha adaptado su mensaje y lo ha actualizado para que sus hijos vivamos en plenitud la herencia de la fe.

En los colegios diocesanos, aprovechando su peculiaridad Colegio/Parroquia se propone un itinerario que iniciándose en el contexto educativo desemboca, como no podría se de otra manera, en la Comunidad parroquial.

EUCARISTÍA:

  • Celebrar la Eucaristía con el claustro y PAS en los momentos más importantes del curso (al menos, en el inicio y fin de curso).
  • Preparación y concienciación del grupo-clase, del sentido y la belleza de la Eucaristía.
  • Celebrar la Eucaristía en pequeños y/o grandes grupos con los alumnos.
  • Hacer posible que la Eucaristía sea un momento importante en las celebraciones del colegio con las familias (al menos una vez al año).
  • Animar y colaborar con la Parroquia para que los niños y jóvenes reciban el sacramento de la Comunión y la Confirmación.
  • Promover que las familias participen de la Eucaristía dominical en la Parroquia.

PENITENCIA:

  • o Preparación y concienciación del grupo-clase, del sentido y la belleza del sacramento del Perdón.
  • o Celebrar el sacramento del perdón con los alumnos, especialmente en el tiempo de Cuaresma.
  • o Contar con la presencia del sacerdote para que los alumnos y profesores puedan acercarse a recibir el sacramento del Perdón.
BAUTISMO:
  • o Animar y colaborar con la parroquia para que aquellos alumnos que lo deseen puedan recibir el sacramento del Bautismo. También del Bautismo de Adultos.
OTROS:

• Introducir progresivamente a nuestros alumnos en el sentido del año litúrgico desde la tutoría y la asignatura de Religión.

• Realizar celebraciones propias de Adviento/Navidad, Cuaresma/Pascua y Pentecostés con los profesores, alumnos y familias.

• Facilitar experiencias que ayuden a vivir el tiempo de Cuaresma y Adviento.

• Celebrar litúrgicamente la fiesta propia del colegio.

• Cuidar la ambientación del colegio especialmente durante los tiempos litúrgicos.

Palabra, luz, sabiduría. Sólo el encuentro con Cristo nos desvela verdaderamente el misterio del hombre, descubrir la verdad última sobre la propia vida y el fin de la historia. 

El alumno necesita crecer espiritualmente y descubrir la vocación a la que ha sido llamado. Por ello es importante trabajar el sentido de la vida, profundizando en el sentido cristiano de la muerte y la fragilidad humana. El ser humano necesita fortalecerse en las virtudes para vivir en una antropología adecuada conforme a su identidad cristiana. Reconocer la vida como don y potenciar el deseo de santidad es sabernos reflejo de Dios, madurando nuestra dimensión transcendente desde cada una de las dimensiones que comportan nuestra persona. 

• Trabajar las virtudes y vidas de los santos como modelos a seguir.

• Implantación y desarrollo del proyecto de educación afectivo-sexual “libres por amor, libres para amar”, desde nuestra identidad.

• Fomentar la visita de diferentes lugares como el seminario menor y/o mayor diocesano, o monasterios de vida activa y contemplativa.

• Potenciar los testimonios vocacionales de familias cristianas, misioneros, vida consagrada, sacerdotes, voluntarios, vírgenes consagradas, en el colegio.

• Trabajar el sentido de la ecología humana, natural y social de la creación según el Magisterio de la Iglesia (encíclica del Papa Francisco “Laudato Si”).

• Desarrollar el proyecto de acompañamiento individual de los alumnos.

• Celebrar una convivencia de profesores en torno a la identidad católica del centro, concluyendo con una Eucaristía

• Realizar peregrinaciones, convivencias, jubileos, encuentros… para la Comunidad Educativa.

Los centros educativos son el ambiente donde se transmite la cultura de un modo sistemático y a la luz de la fe. Por ello, presentamos la relación entre la fe y la razón como un diálogo complementario que se abre a toda la sociedad, a todas las confesiones cristianas, religiones… Queremos trabajar la ética en todos los ámbitos, especialmente en el científico, histórico y el antropológico, trabajando por la paz y la unidad de los pueblos desde Cristo nuestra Paz. Las artes son una herramienta idónea para acercar las relaciones interculturales y trabajar el juicio y uso de los medios de comunicación y redes sociales.

• Incorporar el ejemplo de los santos para trabajar la relación entre la fe y la razón en las distintas asignaturas (libros religión 1º bachillerato).

• Trabajar en las asignaturas las aportaciones de las personas de fe a la ciencia, cultura e historia.

• Formar a los profesores en temas de: Teología Básica, DSI, Catecismo de la Iglesia Católica, bioética y antropología cristiana.

• Buscar experiencias de personas que viven los temas relacionados con bioética, enfermedad…y cómo ellos viven esta realidad, buscarles experiencias sobre el diálogo fe-razón/antropología/ciencia/historia…

• En la jornada del día de la paz, dejarse orientar por el Mensaje anual del Papa sobre el tema.

• Trabajar el ecumenismo en el Octavario de la Unidad de los cristianos.

• Trabajar las oraciones de Taizé y las experiencias de los jóvenes que han acudido a la Comunidad de Taizé.

• Acoger las diferentes actividades que se proponen desde la delegación de Misiones.

• Potenciar coros y actividades musicales de la diócesis, tratando de vincularlo con las parroquias para las celebraciones.

• Participar en las iniciativas diocesanas y de la Fundación como Nadalenques al carrer, Encuentro musical, Festival de la Canción Vocacional, Banda de CD….

• Trabajar la ambientación del colegio en los tiempos litúrgicos a través de las asignaturas de educación artística, realización de obras de arte…

• Participar en las actividades deportivas de la Fundación, (Coleolimpiadas…).

• Participar en las peregrinaciones y marchas organizadas desde la Fundación.

• Vincular las Delegaciones diocesanas con los Colegios Diocesanos, línea de comunicación.

• Valorar y participar en iniciativas culturales que se realicen en nuestro entorno, donde se pueda establecer un diálogo con la cultura.

El encuentro con Jesucristo nos lleva necesariamente al encuentro de los demás. Servir es el mayor acto de amor que podemos realizar para ser testimonio de su Palabra en medio del mundo que nos rodea. La sociedad necesita de nuestro trabajo y nuestra entrega generosa, así como de un testimonio vivo y veraz que se alimente del Evangelio y los sacramentos.

Es importante trabajar las realidades sociales, las pobrezas y limitaciones de nuestro tiempo y conocer los gestos de caridad que hace Jesús en el Evangelio. Un proyecto caritativo propio de los centros favorece este acercamiento al entorno que nos rodea, y un proyecto común de los Colegios Diocesanos favorece el sentido de pertenencia a la Archidiócesis, a una Iglesia que tiene un padre y pastor común. Todo este trabajo debe realizarse desde los conocimientos de los principios de la Doctrina Social de la Iglesia, educando en la dignidad del trabajo, el valor del esfuerzo y el compromiso con lo que hacemos.

• Potenciar las campañas de Manos Unidas, de Navidad, DOMUND… con un verdadero sentido caritativo.

• Facilitar momentos de entrega y de oración por las personas necesitadas.

• Fomentar las: “Carreras Solidarias”, almuerzos/meriendas solidarias….

• Participar y sensibilizar a la Comunidad educativa para participar activamente del proyecto #unveranodiferente.

• Potenciar la realización de actividades APS.

• Conocer y dar a conocer los principios de la Doctrina Social de la Iglesia.

• Silencio e interioridad (elaborar fichas pedagógicas y/o tardes de formación).

• Formación del profesorado sobre la Eucaristía.

• Formación sobre antropología y bioética.

• Formación en el diálogo fe-cultura-razón-ciencia.

• Formación para profesores sobre los principios de la Doctrina Social de la Iglesia.

• Biblia durante la etapa de Educación Primaria.

• Libro de los Evangelios en cada aula.

• Rincón de la Palabra en cada aula que haya un signo de un crucifijo y la Virgen, en cada aula.

• Lema anual.

• Facilitar materiales que ayuden a vivir experiencias en el tiempo de cuaresma y adviento (al estilo del calendario de adviento).

• Hacer la oración de los alumnos y de los adultos del año en curso.

• Plantear cuentas en redes sociales (Instagram, Facebook…) de los departamentos de pastoral, además de las que se publiquen en las redes oficiales del centro.

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